viernes, 14 de octubre de 2011

Nadie sabe lo que tiene...




La percepción humana es lo que cambia mas rápidamente solo a conveniencia del que lo percibe... lo que eres es lo que crees, así, tus antiguas creencias pueden abrir paso a unas nuevas a medida que tu ser evoluciona.

Detallando un poco mis verdaderos miedos, decidí dejar cualquier sugestión previa del camino de vida que debía tomar. Deje la ciudad por el campo, Los supermercados por los suelos de la vivienda, las campanas por los pajaros, el agua embotellada por el rio, El cristal por la tierra, las medidas perfectas del concreto por los desniveles de la piedra y el barro, las cucarachas por los escorpiones. Una vez dejado todo, cuando vuelves a ver el panorama que dejaste, tu percepción de todo aquello cambia.

Nací dentro de una familia materna que consideré (y sigo considerando) peculiar, aunque creo que es algo que todos consideramos de nuestro núcleo familiar. La única molestia que esto generó, fue la presencia del hermano de mi mamá en cada etapa de mi vida. Mi tío sufre de un desorden psiquiatrico diagnosticado como esquizofrenia, esto lo hacia la mayoría del tiempo grosero y violento.

Mi mamá, una mujer muy trabajadora, me dejaba a cargo de mi abuela, que también tenía que estar a cargo de su hijo que presentaba esta patología. Ella día a día insistía que era el una buena persona, pero dentro de mi crecían por el sentimientos que no me atrevo a nombrar. Los años fueron pasando y esos sentimientos se hacían mas grandes al mismo tiempo que el los alimentaba con un comportamiento incontrolable, a pesar de que llevaba años medicado. Recuerdo haber deseado su muerte en varias ocasiones.

Mi abuela paso de este plano hace ya 6 años, mi tío paso al cuido de mi madre y mi madre lo acepto como su hermano, esto solo complicaba las cosas entre la convivencia madre-hija. Después de muchas meditaciones y prácticas de las asanas del modo mas consciente, me di cuenta que en realidad no tenía que obligarme a vivir eso por simple solidaridad familiar, esa "cruz" (como decía un amigo) no era mía. Así que sin pensarlo 2 veces emprendí mi triado desplazo, solo mi hija, m esposo y yo, lejos de cualquier cosa que nos afectase.

Aquí es donde se refleja la percepción cambiante del que regresa de paso. Mamá sufrió los embates de permanecer a solas con el y de lo que pasó no se habló jamas, tan solo sé que ella se vió obligada a aumentar la dosis de la medicación de mi tío, ya que "la vida de mi madre estaba en juego".
Cuando regresé a visitar a la familia, ignoraba cualquier cambio y el momento de observar a mi tío me lleno de una infinita compasión... Pero que pasó?? que le sucedió a el?? era lo único que me preguntaba. Su mirada vacía no era la misma que deje, solo recordaba las palabras de mi abuela cuando era una niña.

Siento que esa alma fue apagada y yo nunca pude ver que existía realmente, no lo conocí, no se que soñaba a pesar de que permanecí a su lado durante todos mis años de vida.

... Recordé esa famosa frase y cambie su la parte final, después de lo que he experimentado en varios aspectos de mi vida:

"NADIE SABE LO QUE TIENE... HASTA QUE SE LE PRESENTA ALGO PEOR"

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